Celeste Shaw regresa con una pieza íntima y afilada: “Canción para un ex”, un tema que se sumerge en los restos de una historia que marcó profundamente.
La canción recorre todos esos recuerdos que se cuelan “bajo el puente”, esas escenas que no desaparecen aunque la vida avance.
A lo largo del tema, Shaw reconoce que aún sueña con esa persona “una vez al año”, aunque la curiosidad se vaya apagando.
Ese tono melancólico se entrelaza con la idea de que lo suyo fue tan intenso, que terminó siendo necesario ser “drásticos”.
Aun así, se deja ver la contradicción: por un lado afirma que fue lo mejor terminar; por otro, admite que el encuentro casual alguna vez fue una fantasía recurrente.
“Canción para un ex” es, al final, una despedida honesta. Un cierre realista, sin rencor exagerado ni dramatismo vacío: solo verdad, nostalgia y un eco que duele sin romper.
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